3ra y 4ta visita al proyecto

En la 3ra visita al albergue habían más señores de lo normal, cosa sumamente rara; los sillones de la sala estaban completamente ocupados y las camas del piso superior se encontraban llenas; esto ocasionó que prácticamente nos tome toda la hora y media, a Viviana a mí repartir los chocolates que habíamos llevado en esta ocasión, muchos de los señores del segundo piso no los habíamos visto antes y había que darles el chocolate en la boca y esperar a que terminen de masticar para que puedan dar otro mordisco. Mientras nosotros nos encontrábamos arriba, Anaís iba conversando con los señores de abajo, quienes tienen mayor movilidad.En esta oportunidad estuvo uno de los encargados y nos tomó varias fotos para las familias de los residentes.


En la 4ta visita, fuimos con kekes para repartirles, como siempre, recibieron muy gustosos lo que les dábamos. Fuimos al segundo piso y habían menos señores de lo normal, por esto, pudimos sentarnos a conversar con ellos. Tuve la oportunidad de conversar con la señora Eloisa, me dijo que era de Pasco y había sido panadera desde pequeña; compartió bastantes anécdotas sobre su vida en la panadería, como la ocasión en la cual su mamá le llamó la atención por haber puesto en una bolsa cerrada los panes recién salidos del horno, me contó sobre su hijo, quien ahora radica en el extranjero, él estudió en la Universidad Mayor de San Marcos. En cuanto a recuerdos pasados, es muy lúcida, sin embargo, en corto plazo, no tiene esa lucidez; me preguntó varias veces por mi edad y creía que Anaís era mi hermana, a pesar de que antes ya le habíamos dicho que éramos amigos. 


Comentarios

Entradas populares